Cuantas toneladas de basura electronica se produce al año

Consecuencias de los residuos

Cada año, la cantidad total de aparatos eléctricos y electrónicos que se utilizan en el mundo aumenta en 2,5 millones de toneladas. Teléfonos, radios, juguetes, ordenadores portátiles: si tiene una fuente de alimentación o una batería, es probable que se una a una creciente montaña de “basura electrónica” después de su uso.

Solo en 2019, el mundo generó 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos. Eso supone unos 7,3 kilogramos por persona y equivale en peso a 350 cruceros. Asia produjo la mayor parte, 24,9 millones de toneladas, seguida de América (13,1 millones de toneladas) y Europa (12 millones de toneladas), mientras que África y Oceanía generaron 2,9 y 0,7 millones de toneladas, respectivamente.

Para 2030, es probable que el total mundial ascienda a 74,7 millones de toneladas, lo que supone casi duplicar la cantidad anual de nuevos residuos electrónicos en sólo 16 años. Esto los convierte en el flujo de residuos domésticos de más rápido crecimiento en el mundo, impulsado principalmente por un mayor número de personas que compran productos electrónicos con ciclos de vida más cortos y menos opciones de reparación.

Estos productos pueden ayudar a mejorar el nivel de vida, y es bueno que cada vez más gente pueda permitírselos. Pero la creciente demanda mundial está superando nuestra capacidad de reciclar o eliminar los productos electrónicos de forma segura. Una vez obsoletos y desechados, estos productos pueden acabar acumulándose en el medio ambiente, contaminando hábitats y perjudicando a las personas y la fauna.

E impacto medioambiental de los residuos

Intenta contar todos los aparatos electrónicos que tienes en casa. Ahora, intente multiplicar ese número por el número de hogares de su ciudad, su estado o su país. ¿Ha pensado alguna vez qué ocurre con todos esos aparatos una vez que se han quedado obsoletos y los ha tirado a la basura?

La demanda mundial de aparatos electrónicos va en aumento, al igual que el número de aparatos usados y desechados. Cada año se generan unos 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, una cantidad superior al peso de todos los aviones comerciales que se han fabricado. Si nada cambia, se calcula que la cantidad anual de residuos electrónicos podría más que duplicarse de aquí a 2050.

De todos los aparatos electrónicos desechados, sólo un 20% se recicla a través de canales organizados y regulados, mientras que la mayor parte de los residuos electrónicos acaba en vertederos o se gestiona en entornos informales en varios países en desarrollo. Incluso en la UE, considerada líder mundial en reciclaje de residuos electrónicos, sólo el 35% de los residuos electrónicos se gestiona y recicla adecuadamente.

Los residuos electrónicos depositados en vertederos contaminan el suelo y las aguas subterráneas. La gestión informal y no regulada de los residuos electrónicos supone un grave riesgo para la salud y el bienestar tanto de los trabajadores como de las comunidades en su conjunto, debido a la gran cantidad de componentes nocivos como mercurio, plomo, bromo y arsénico que contienen nuestros dispositivos. Por ejemplo, la exposición prolongada al arsénico, que se encuentra en los microchips de muchos aparatos como los teléfonos móviles, puede provocar cáncer de pulmón, daños nerviosos y diversas enfermedades cutáneas. La exposición al plomo puede causar daños cerebrales, renales y trastornos sanguíneos, y es especialmente perjudicial para los niños.

Soluciones E waste

Los residuos electrónicos se están convirtiendo en un grave problema de salud pública y medio ambiente en India[1]. India es el “tercer mayor productor de residuos electrónicos del mundo”; cada año se generan aproximadamente 2 millones de toneladas de residuos electrónicos y se importa una cantidad no revelada de residuos electrónicos de otros países del mundo[2][3] Residuos electrónicos desechados. Anualmente, los dispositivos informáticos representan casi el 70% de los residuos electrónicos, el 12% procede del sector de las telecomunicaciones, el 8% de equipos médicos y el 7% de equipos eléctricos. El gobierno, las empresas del sector público y las empresas del sector privado generan casi el 75% de los residuos electrónicos, mientras que la contribución de los hogares individuales es sólo del 16%[2].

La basura electrónica es un nombre popular e informal para los productos electrónicos que se acercan al final de su “vida útil”. Ordenadores, televisores, videograbadoras, equipos de música, fotocopiadoras y faxes son productos electrónicos comunes. Muchos de estos productos pueden reutilizarse, restaurarse o reciclarse. La lista de residuos electrónicos se ha ampliado con aparatos como teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores portátiles, consolas de videojuegos, cámaras y muchos más. India tenía 1.012 millones de conexiones móviles activas en enero de 2018. Cada año el número crece exponencialmente[4].

Residuos electrónicos

Sólo quedan los grandes fabricantes de productos electrónicos y nosotros: las personas que hacemos cola ante las tiendas durante horas y horas para comprar lo que se considera más nuevo, más rápido, más fino, más ligero y mejor. Aumenta la presión sobre las empresas tecnológicas para que abandonen sus estrategias de obsolescencia programada y faciliten a los consumidores de electrónica la reparación de sus aparatos viejos en lugar de desecharlos. Pero también haríamos bien en poner las cámaras de nuestros teléfonos en modo selfie y mirarnos a nosotros mismos y a nuestras elecciones. ¿No puedes vivir sin ese nuevo teléfono que acaba de salir al mercado? Perfecto. Pero recuerda que en algún lugar, seguramente muy lejos de ti, alguien tampoco puede vivir con los viejos.